NOTA DE PRENSA
LA REINA DE LAS CEREZAS SE VISTE DE ETIQUETA
El Consejo Regulador de la “Cereza del Jerte” potencia el distintivo de calidad de la única picota de España que cuenta con Denominación de Origen Protegida
Esta exclusiva fruta, fuente de salud y bienestar, sólo puede disfrutarse desde mayo hasta finales de julio
Madrid, marzo de 2009.- La picota del Jerte es un producto exclusivo que se distingue por su excepcional dulzor, su textura carnosa y crujiente, su tamaño y color, sus propiedades saludables, su versatilidad como ingrediente y porque, a diferencia de otras cerezas, es la única que pierde el péndulo de forma natural. La auténtica Picota del Jerte sólo se cultiva en esta comarca extremeña. La picota del Jerte es la única que cuenta con Denominación de Origen Protegida y aunque tanto su forma como su sabor son inconfundibles, el Consejo Regulador de la “Cereza del Jerte” ha materializado su autenticidad y calidad garantizada en la contraetiqueta de diseño -numerada y patentada- que aparece en todas sus cajas y envases con el objetivo de facilitar la elección al consumidor más exigente y hedonista.
Bajo el sello de la Denominación de Origen “Cereza del Jerte” se certifica la calidad de las cuatro variedades de picotas Pico Negro, Pico Colorado, Pico Limón Negro y Ambrunés, esta última la más codiciada por los gourmets y una única variedad de cereza, Navalinda. Su recolección se hace una por una y de forma manual. Después se depositan en las tradicionales cestas de castaño, que conservan su frescura y evitan que se dañen, para posteriormente ser seleccionadas y pasar los estrictos controles de calidad del Consejo Regulador. Un día después de haber estado suspendidas en el árbol llegan al consumidor con el sello de calidad de la Denominación de Origen “Cereza del Jerte”.
Por madurar siguiendo el ciclo natural de los cerezos del Valle del Jerte y por no llevar ningún tipo de sustancia artificial para su conservación, estos pequeños tesoros extremeños de color rubí sólo pueden disfrutarse durante unos dos meses y medio al año: a partir de mayo la cereza, y de junio en el caso de las picotas. Sin embargo, la espera merece la pena. Consumir picotas del Jerte se ha convertido en una gran fuente de salud y bienestar: tiene 8 vitaminas, hierro, magnesio y calcio, muchos antioxidantes, fibra y pocas calorías (cien gramos –unas 10 picotas- aportan alrededor de 70 kcal). Además es una gran aliada de la belleza porque hidrata y suaviza la piel, protegiéndola de los rayos solares y favoreciendo el primer bronceado del año.
Aunque lo ideal es consumirla fresca, la versatilidad de esta cereza la convierte el ingrediente ideal de los platos y cócteles más sofisticados. Puede incluirse en cualquier postre (tartas, helados, buñuelos, yogurt, crema catalana, flan…) y contrasta a la perfección con productos salados como foie, todo tipo de quesos y carnes, sobre todo de aves y caza. También es una original alternativa para hacer un creativo y refrescante gazpacho de cara al verano.
La picota del Jerte se ha convertido embajadora por excelencia de la riqueza de la despensa española, siendo los principales mercados exteriores Reino Unido y Alemania, y en España, son muchos los restaurantes Premium que apuestan por este fruto para sus creaciones de temporada. La picota del Jerte puede encontrarse en tiendas especializadas, siempre con su elegante etiqueta del Consejo Regulador de la “Cereza del Jerte” (www.cerezadeljerte.org; picotadeljerte.blogspot.com).